sábado, 14 de diciembre de 2013

ROSENDO MERCADO

Rosendo Mercado
Madrid
Sala La Riviera
13 diciembre 2013. 21:15 hs.





Qué escucho mientras escribo esta entrada: AC/DC (Highway to Hell), Jailhouse Rock (Elvis Presley) y Radio 3 - Perdóname si no vuelvo a casa esta noche (Jeff Buckley, Triana, Los Suaves)

La mano de la imagen que tomé en el concierto de Rosendo celebrado el 13 de diciembre de 2013 en Madrid lo dice todo. Sólo hay un Rosendo. Sólo hay Rock and Roll. Y como bien señalan AC/DC en su mítico disco Back in Black (no, no me refiero al Back to Black de la desaparecida Amy Winehouse):

Rock 'n' roll ain't noise pollution 
Rock 'n' roll ain't gonna die 
Rock 'n' roll ain't noise pollution 
Rock 'n' roll it will survive 

Y eso fue lo que nos dio Rosendo a todos los que allí nos juntamos para disfrutar de su enorme concierto. Y nos contaminamos. Y comprobamos que el Rock and Roll sobrevive gracias a él.

Pero bueno, vamos un poco hacia atrás en el tiempo. Era septiembre y me entero que el gran Rosendo, prolífico artista donde los haya, líder en su día de una de las bandas "históricas" del rock and roll carabanchelero, madrileño, español y mundial, está de gira y, como no, pasa por la capital. Por su tierra, a menos de 7 km de su barrio de adopción (sí, algunos ya lo sabéis, Rosendo nació entre la élite del barrio de Salamanca - se le nota -, pero uno es de donde se hace, no de donde nace). 



¿Y quién es Rosendo? Rosendo es Historia. Es Nú, es Leño (Coz, Barón Rojo). Y no voy a dar más detalles. Sobradamente conocido (y referenciado).

¿Y qué hace un tipo como yo en un concierto como este? Pues ya lo dijo Rosendo en su mítica frase: "chico, hasta aquí hemos llegado..." Pues sí, hasta ahí habíamos llegado. Noche fría y lluciosa en Madrid (sólo apta para sofá y mantita). Y esta vez no iba sólo. Mi niña (mi amada niña) me acompañaba (y como disfrutó, "la jodía") y nos juntamos con ese Suto y esa rubia, amigos (camaradas, troncos, hermanos), fieles a la buena música, con ese punto macarra que les gusta (y nos gusta) exhibir, con ese desparpajo guitarrero donde los haya.

Y la Riviera llena. Entradas agotadas desde hacía días. Y un ambientazo "contaminante". Muchas canas. Muchas cabezas sin canas (y sin nada más). Mucha chupa negra. Cervezas en la cola de entrada. Cervezas en la barra de dentro. Luces apagadas. Rumores de que hay alguien por las características palmeras "rivereñas" (que nos espera). Y sale Rosendo. Pantalones vaqueros. Camiseta negra de anchas mangas cortas. Y su guitarra.

Son tres sobre un sobrio escenario. Rafa (bajo) y Mariano (batería) acompañan al Sr. Mercado. No hay nada más. Las luces de serie de la sala. Y su público.

Arranca con "A dónde va el finado" de su álbum "El endémico embustero y el incauto pertinaz", canción a la que siguen otras de sus trabajos en solitario ("Listos para la reconversión", "Jugar al Gua" - no paramos de bailar con "Cosita" -, "Vergüenza torera", "Deja que les diga que no", etc.).

Y por supuesto el primer estribillo por todos reconocible de la noche: "¡qué desilusión!", su "Agradecido" de "Loco por incordiar".

Entre canción y canción, gritos de ¡Rosendo, Rosendo!. Un público totalmente metido en el ambiente. Entregado a la causa.

Dos bises y cierre, como no podía ser de otra forma, con "Maneras de Vivir". Himno generacional. Y su letra me viene al dedo con este blog:

Voy cruzando el calendario 
Con igual velocidad 
Subrayando en mi diario 
Muchas páginas.

Y sí, si alguno no se ha dado cuenta aún, hablábamos de Leño. Y de Rosendo.

El rock and roll es un arte 
¡qué desilusión! 

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