Madrid
Sala La Riviera
28 diciembre 2013. 21:10 hs.
Qué escucho mientras escribo esta entrada: Aleatorio de mi discoteca de Itunes: Kitty, Dasy and Lewis; Morryssey; Coddy Chesnutt; Capital Cities; Jimi Hendrix Experience; The Lumineers (espero verlos en 2014); The Strokes; Mojo Project.
No lo sabía, pero ayer me enteré de ello. Díjomelo Reyes, la rubia compañera de Suto: Alejandro Acosta, la mitad de Fuel Fandango fue (y sigue siéndolo) componente (y fundador) de Mojo Project. Noticia. Me encanta aprender y conocer cosas nuevas. Y éstas, más, porque no te las esperas.
Mojo Project es ese grupo (proyecto) que pocos conocemos. En mi caso me lo dio a conocer hace ya bastantes años, entrado este nuevo siglo, el programa de Radio 3 dirigido por su hoy director Tomás F. Flores: Siglo XXI. Y para este concierto me tocaba conocer en persona a esa mitad de Fuel Fandango, y a la otra. La excelsa y contagiosa Nita.
Repetimos (mi niña y yo) acompañamiento (ya lo he dicho, Suto y Reyes, Reyes y Suto), y se agradece tener compañeros de viaje tan fieles a el arte de asistir a conciertos, porque en nuestro estado (casados, con enanos y residentes en Madrid) ya es harto complicado.
Pero vamos al concierto. Yo no conocía a Fuel Fandango en directo. Sí había visto alguno en La 2 (Conciertos de Radio 3) y ya había escuchado sus 2+1 únicos discos en el mercado (dos LP y un EP). Me cuentan que en la anterior gira, no tenían canciones suficientes para completar un concierto, y que incluso tenían que repetir algunas. Y puedo llegar a una conclusión: suenan mejor en directo que en disco. Sin duda. Es cierto que en el último (Trece Lunas, 2013) colaboran en la producción nombres como Cullum o Florence & The Machine (qué grandes Lungs y Ceremonials), pero no. No consiguen transmitir esa fuerza y poderío (olé) que tienen sobre el escenario.
Antes de empezar, me fijo en que el escenario está decorado con flores y rosas que cuelgan de micrófonos y altavoces, y sabes que Nita ha estado por ahí un rato antes. Porque para una Cordobesa y andaluza, las flores son más que mero adorno. Quieren simbolizar algo. Y el color que supone su música, con esos contrastes de flamenco, pop, rock y música de baile, es lo que quieren transmitir.
El concierto se inicia a las 9:10. Sale primero Ale, que enseguida se pone a trastear con su mesa de mezclas, luego Alberto Rodrigo (bajo) y Carlos Sosa (batería), y en menos de dos minutos ya estamos todos bailando como si estuviéramos en una abarrotada discoteca gaditana (sí, gaditana).
Y Nita. Vestido largo, rojo, de lentejuelas. Y llena todo el escenario. Y sus brazos. Y su pelo recogido a un lado. Y su voz. Y cómo bebía el agua en pajita, la tía.
Cerraron con la obligada presentación del resto de la banda y de los múltiples agradecimientos al total de colaboradores y trabajadores de la gira, y con la puesta en escena de Nature y Always Searching, las dos de su anterior LP.
Eran las 22:47 cuando todo terminó. Y como dijo Nita, era el último concierto de 2013. El suyo, el del resto de la banda, y el nuestro.
Feliz 2014.