jueves, 15 de mayo de 2014

NACHO VEGAS Y LEÓN BENAVENTE

Nacho Vegas y León Benavente
Pozuelo de Alarcón (Madrid)
Prado del Rey. Casa de la Radio RNE
14/04/2014

Qué escucho mientras escribo esta entrada: Bumbury & Vegas (El Tiempo de las Cerezas), Nacho Vegas (El Manifiesto Desastre), Pecker (Protocolo), Angel Stanich (Camino Sucio), León Benavente (León Benavnete), Tachenko (Os reís porque sois jóvenes)

La semana de San Isidro es una semana especial en Madrid. Es la semana que Madrid recupera sus orígenes (y actualidad) rurales. Muchos ciudadanos se disfrazan de chulapos y manolas, y los barquillos, las limonadas, las gallinejas, las rosquillas, los entresijos y las verbenas invaden Madrid como si de una orgía se tratara, con atracones gástricos, espacios atestados, resacas y acidez estomacal como compañeros de este viaje de siete días.

                     

Pero no todos participamos en eso. Otros tenemos cometidos diferentes y cuando uno trabaja en el sector público, sabe que esa semana, al menos, está "autorizado" para salir antes de la oficina (pobres ciudadanos), en principio, para disfrutar de esos placeres que el Labrador nos habilita. Pero no siempre. En mi caso, elegí desplazarme a los estudios de RNE, en la Casa de la Radio de Pozuelo de Alarcón (donde  lo siento, pero no es festivo San Isidro), tras haber conseguido una invitación para la grabación de un concierto Entreacústico de Nacho Vegas y León Benavente que a media tarde iba a juntar a estos dos exponentes del rock patrio.


A Nacho Vegas le vengo siguiendo desde hace varios años. El primer contacto fue su doble álbum de 2006 de colaboración con Enrique Bumbury "El Tiempo de las Cerezas" en el que se repartían el repertorio a la vez que colaboraban entre ellos en sus propias canciones. El tema de aquel disco llamado "La Pena o la Nada", me parece de lo mejor, tanto en letra como en composición musical, del rock español de los último años:

Y te vi llorar
Un río a cada lado de tu rostro sin desmaquillar
Como la propia Kati Jurado
Con las nubes negras detrás  

Posteriormente me llegó "Manifiesto Desastre", (Dry Martini y sexo anal) de 2008, pero en su día, no me paré mucho en él, dejándolo de lado (no sé por qué). Sin embargo retomé mi relación con el asturiano varios años después, cuando llegó a mis manos (y a mis oídos) su siguiente (y quinto álbum de estudio) "La Zona Sucia" (2011), con el que definitivamente coloqué a Vegas en el apartado preferente de mi discoteca nacional.

En el día del concierto que nos ocupa, nos dedicó cuatro canciones, todas ellas de su último disco "Resituación", como Luz de Agosto en Gijón o el para mí gran tema del álbum La Vida Manca. Y mientras le veía tocar la guitarra, me vino a la mente el recientemente perdido Lou Reed. Me explico. Creo que Nacho Vegas tiene una cualidad a destacar: sabe componer muy buenas canciones sin artificio alguno y muchas de ellas basadas en la sencillez. Tal vez ahí le venga su valía y reconocimiento. Y le relaciono con el de Brooklyn en la forma de verle tocar la guitarra, cuando el líder de la Velvet señalaba: "Un acorde está bien. Dos acordes están empujando. Tres acordes y ya estás en el jazz". 

Pero lo noticia no era su actuación en Radio 3 (este mes de mayo tenemos varias actuaciones en Madrid de Nacho Vegas), sino que se presentará en el escenario con parte de los músicos de la banda León Benavente, alguno de cuyos miembros ya contaban con una colaboración extensa con el de Gijón (Boba y Luis), y que en la segunda parte de este directo se presentarían en su formación principal, con ex Tachenko Edu y ex Schwarz César.

Esa primera parte, como digo, se consagró al repertorio de Nacho Vegas y la segunda, con un breve parón para cambiar instrumentos y músicos, fue para León Benavente. ¿Y qué puedo decir de esta banda? Pues eso: muchas ganas de verles en un concierto de manera más amplia. Hacía tiempo que los venía escuchando en Radio 3, sobre todo en su programa matutino Hoy Empieza Todo, donde Ángel "Carmouna" lleva tiempo presentando el único disco, de homónimo nombre, publicado el pasado 2013.

Y de verdad. Me alucinaron. Un directo muy metálico en ocasiones, que te hacía difícil quedarte sentado desde los cubos en los que el público asistente (no más de 15 personas) estábamos sentados frente al escenario. Una gozada. A la dirección de Abraham Boba, teclista, guitarrista y vocalista, la banda desgarró tres temas de su último disco, de los que me engancharon Ánimo Valiente (temazo) y Ser Brigada (cómo sonó, Dios, cómo sonó!!!!), que me recordó a los recientemente vistos Pony Bravo. Un grupo del indie español esperando, quiero creer, a que su segundo álbum los catapulte a la pasarela del éxito. Y eso llegará. Tiempo al tiempo.

El final del concierto estuvo marcado por la salida al escenario de Nacho Vegas y la interpretación con León Benavente al completo, de Todos Contra Todos, que cerró el concierto al grito de emergencia social que señala la canción y la llamada a una reacción ante la situación que hoy día vivimos.

Pero bueno, tocaba disfrutar. Y desde aquí quiero destacar la profesionalidad de Ángel Carmona, que presentó el concierto-colaboración. Un tipo muy cercano, respondiendo al público de una manera que rozaba la amistad, y exteriorizando un "buen rollo" digno de mencionar.

Seguiremos atentos a la agenda de conciertos, a ver si me puedo escapar a otro.

Y retomé mi camino a casa, con los focos apagándose tras de mí, los operarios recogiendo cables y conectores, y los cámaras colgando en los trípodes los auriculares. 

Haré que el sol salga mañana desde aquí,
y por una vez seré la más bella ciudad,
y seré ballena en alta mar,
y seré la noche al descender.
Y por una vez seré una luz y una canción,
y seré la esfera de un reloj que no tiene agujas.

Reloj sin Manecillas (La Zona Sucia)

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