domingo, 28 de septiembre de 2014

ROSENDO

Rosendo
17/09/2014
Plaza de Toros de Las Ventas
Madrid

Qué escucho mientras escribo esta entrada: Leño (Itunes personal), Fito y los Fitipaldis (Lo más lejos a tu lado), Rosendo (Itunes personal)

Siempre que voy a Las Ventas pienso lo qué opinarán los extranjeros cuando presencian, no sólo un concierto, sino cualquier otro tipo de espectáculo (no incluyo las corridas) en una plaza de toros. Siendo español y madrileño, con la afición taurina presente en mis progenitores (aún recuerdo a mi madre, cuando era niño, delante del televisor, disfrutando de la Feria de San Isidro), y reconociendo, como uno de los momentos más impactantes de la reciente historia de España, la conversación entre Paquirri y el médico que le estaba interviniendo, tras la cornada que acabaría finalmente con su vida, no acabo por comprender y aceptar esta fiesta, salvo (ya lo sé, que me contradigo) los encierros de San Fermín, y de ahí que siempre, cuando acudo a este tipo de recintos (baloncesto, música, circo, etc.) no deje de asombrarme y sorprenderme.

Pero esta noche, sin vergüenza torera, al contrario del artista que hoy tocaba disfrutar, y muy bien acompañado por los ya fieles señores de Sastre (con el añadido del hermanísimo) y sus acólitos del Barrio de El Pilar, nos plantamos de nuevo antes Rosendo Mercado, grande entre los grandes, tras su actuación de diciembre del pasado 2013, de la que también fuimos presentes los mismos especímenes metaleros.



Bueno, hoy tocaba fiesta y celebrar una carrera como solista (60 años tiene ya el mozo), tras la, sin comentarios, brutal participación en Leño. Era el momento de Rosendo y de sus amigos (a quienes había que sumar a Rafa al bajo y a Mariano a la batería, siempre fieles), y aún con esto, no pudo por más, obligado como estaba, de recordarnos que había dos almas que ya no estaban en la arena de la plaza, sino que ya revoloteaban sobre nuestras cabezas: Chiqui Mariscal y Tony Urbano, ex componentes de Leño, el último de ellos fallecido hacía pocas semanas.



Y salvo el tema final (Maneras de Vivir), el repertorio íntegro se dedicó a la trayectoria en solitario del del Carabanchel. Mi hermano Sastre comentaba que las notas de guitarra que dedicó a los ausente de Leño eran de La Fina, y ahí nos quedó esa duda.

Bueno, sobre la actuación, destacar sobre todo el ambiente y el lleno total que presentaban las Ventas. Las entradas estaban agotadas hacía semanas, y a ellas había que sumar las más de dos mil invitaciones que se habían repartido (por ahí andaban los Lebreles, amigos de un servidor, también con Warner, que contaban con sus pases Vip).

La lista de canciones, la señalada, la de su camino sin Leño, y contando, y esto era lo señalado, con la colaboración de varios amigos (se estaba gestando la grabación de un CD y de un DVD), entre ellos el líder de Marea (Muela la Muela), Luz Casal, que fue lo mejor de la noche (Entre las Cejas), el Drogas (Vergüenza Torera), Fito (Flojos de pantalón) y Miguel Ríos (Agradecido), además de la colaboración de su hijo Rodrigo, tanto en su actuación como telonero, como en su participación en A Remar.

Todo era fiesta, celebración y buen rollo. Y el final, de altura, con todos los invitados en el escenario, agradeciendo al personal su presencia y apoyo, su lealtad y compromiso con el rock patrio.

Te tengo tantas cosas que decir
y tu como si no fuera contigo
la historia se repite y aún así
prometo estarte agradecido...

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